miércoles, 27 de mayo de 2020

Hipótesis de cómo se materializa la realidad 2

Una forma de dividir la humanidad en el tiempo podría ser por la capacidad que se tenía de predecir cómo se comportará la Naturaleza, para su beneficio. Así, tendríamos tres épocas:

      - Época Terrestre.
      - Época Yottaterrestre.
      - Época Attoterrestre.

TERRESTRE (aprox. 2.000.000 a. C. a 1687 d. C.)
Desde su origen como animal racional, el humano ha ido observando los distintos patrones que ocurrían en la Naturaleza. Cuando el humano fue capaz de aprovechar los recursos naturales disponibles de forma fácil como piedras, plantas, huesos y poco más, dio un salto evolutivo excepcional. Con esa tecnología le fue mucho más sencillo adaptarse al medio y explorar nuevos horizontes, basándose en la física observada en el día a día: el sol calienta, las cosas caen, las cosas se rompen, la madera se quema, etc. En ese momento, la información pasó de generación en generación a través del boca a boca. Lanzas, hachas de piedra, agujas de hueso, etc. fueron herramientas utilizadas y mejoradas en su eficiencia hasta que su evolución no pudo ir a más.

Un nuevo descubrimiento tecnológico transcendental, el metal, unido a uno de comunicación, la escritura, iniciarán una nueva época. A ambos descubrimientos se llega dominando la energía que se obtiene del fuego y la grabación de la simbología, respectivamente. Primero el cobre, después aleaciones como el bronce y, más tarde, el hierro y demás elementos sirven para crear espadas, escudos, arado, canalizaciones, transportes, instrumentos de observación, asentamientos permanentes... que ayudaron al avance. Sin embargo, fue el progreso de las sociedades y la imprenta lo que permitió que muchas personas pudieran dedicarse a estudiar y descubrir cómo funcionaban las cosas, de forma profesional, en exclusividad, llevando a la humanidad a un mundo analógicamente casi perfecto (5000 a. C, 1687 d. C.). Dicho mundo llegó así al techo de desarrollo tecnológico basado en la física conocida hasta entonces.

YOTTATERRESTRE (1687-1905)
No está claro cuándo el humano miró al cielo y empezó a buscar patrones con los que seguir evolucionando. Los escritos más antiguos tienen en común esa mirada al cielo, bien sea mitológica, astrológica o teológica, pero siendo una parte sustancial de sus vidas, no consiguieron aprovecharse de esa observación. La mirada astronómica también empieza desde muy antiguo: conocer el Sol, la Luna, la Estrella Polar y los demás elementos luminosos principales fue vital para el desarrollo de la orientación, ganadería, agricultura y construcción. Pero fueron el aumento de la capacidad de observación, gracias al invento del telescopio (1608) y, sobre todo, el desarrollo del aparato físico-matemático enunciado por Isaac Newton (1687), los que proporcionaron una visión del Universo tan perfecta que dio pie a que apareciera el pensamiento mecanicista. Se entendió el baile armonioso de los planetas, estrellas y demás elementos celestes, se predecían los eclipses, los mapas estelares, las mareas y las trayectorias de las balas y se entendieron los pesos, las balanzas y péndulos. En definitiva, se abrió un universo de posibilidades que nos llevó a la siguiente época.

ATTOTERRESTRE (1905 a ¿?)
La capacidad de los instrumentos ópticos no permitía indagar en lo más pequeño, en la estructura de la materia. Albert Einstein y Max Plank recogieron el testigo teórico de importantes experimentos que estaban sin resolver como, por ejemplo, el del cuerpo negro. Tanto la Teoría General de la Relatividad como la Mecánica Cuántica dieron y dan todo el desarrollo tecnológico de esta nueva era. Hornos microondas, telefonía móvil, exploración espacial, desarrollo de la Genómica, instrumentos de observación de muy alta y baja energía, etc. son algunas de la tecnologías que disfrutamos actualmente. Pero ocurre que sin haber llegado al límite de desarrollo tecnológico que nos permite la física actual, esta sí que está en un punto de estancamiento, pendiente de que la tecnología nos empuje a la siguiente era -lo cual no creo que se demore mucho más allá del presente siglo-, uniendo la física de lo muy grande con la de lo muy pequeño.

Al igual que teorizar los experimentos como la emisión del cuerpo negro y la existencia del éter nos llevó a una nueva física a principios del siglo XX, en estos momentos, existen otras observaciones sobre materia oscura y energía oscura que, probablemente, necesiten de una nueva física para entenderlo. Con esta nueva física entraríamos en una nueva era.

En la anterior entrada "Hipótesis de cómo se materializa la realidad 1" me tomo la "pequeña" licencia de plantear una hipótesis de nueva física, basada en que la velocidad de las cosas no está limitada por la velocidad de la luz, sino por la velocidad de colapso de la función de onda, que ocurre al tomar conciencia de lo medido.



La observación, medición o toma de conciencia de las cosas que nos rodean se propaga en forma de esfera con un radio que dependerá de la capacidad de observación que tengamos en ese momento. Cuando los primeros homínidos habitaron la Tierra, solo pudieron observar mediante los sentidos con los que la naturaleza les dotó, que no son pocos. El sentido de más largo alcance es el de la vista, pudieron ver cosas que pasaron millones de años antes. Mas este por sí sólo no les dio mucha más información que formas, colores e intensidades, sin embargo, al combinarla con la que les proporcionaba el oído, olfato, gusto y tacto en todas sus facetas, pudieron obtener una información "pentadimensional" de las cosas. Por la limitación de los sentidos, toda la información que se les escapaba no era colapsada por sus mentes.

Con el mejor conocimiento y dominio de la energía y el desarrollo de las matemáticas, llegó la oportunidad de aumentar tecnológicamente las capacidades de sus sentidos, en especial, de la vista. Así, el telescopio y el microscopio aumentaron la información recibida, o sea, colapsaron partículas y propiedades que hasta entonces, existieran o no existieran, pasaron a existir para el observador, es decir, pasaron al mundo real.

Actualmente, tanto la relatividad como la cuántica nos proporcionan todavía un espacio de conocimiento suficientemente extenso como para ampliar bastante la tecnología, lo cual nos lleva a que aun estando en el límite teórico-observacional, la tecnología no es suficiente para dar el siguiente salto de validación experimental.

La relatividad y la cuántica funcionan muy bien cada una por separado en su ámbito de actuación, pero cuando se han tratado de unir en una sola, no ha funcionado como se esperaba. Una de las teorías que lo ha intentado con mejor resultado es la Teoría M , que intenta unificar otras teorías (como las de cuerdas) y conocimiento en una teoría del todo, pero está en un punto de estancamiento en su desarrollo y demostración. Otra nueva teoría es la que plantea Wolfram. Todavía en desarrollo, plantea nuestro universo como un programa computacional que de una estructura simple (grafo) y con unas reglas simples llegaría a modelos tan complejos como el Universo.

La energía oscura, constante cosmológica, materia oscura, etc. siguen sin tener un respaldo experimental que traiga a la realidad sus propiedades. Probablemente, el problema sea que no tenemos desarrollo tecnológico suficiente para ello. Se conocen algunas respuestas teóricas, pero no así experimentales, tanto la energía oscura, la constante cosmológica, como la materia oscura, se sabe de su existencia de forma indirecta, un ejemplo simple: imaginemos una gran olla llena de café o cualquier líquido que se pudiera ver su movimiento, cogemos una cuchara y movemos el café girando la cuchara en el centro, con un pequeño radio de giro. Lo esperable debería ser que un pequeño radio del café girase con la cuchara y se fuera disminuyendo la velocidad de giro conforme miremos más cerca de la pared de la olla. Sin embargo, lo que observamos es que la mayoría del café se mueve con la misma velocidad angular, como si la cuchara llegara hasta casi la pared de la olla empujando al café a la vez. O sea, es como si la cuchara, tuviera una parte de "materia oscura" que no podemos ver, pero que sí interactúa con el café. En realidad, se le llama materia porque parce que interactúa con la gravedad y no con el electromagnetismo.

Con la hipótesis planteada por mí, por supuesto como idea y sin ningún respaldo matemático, tenemos: por un lado, materia que no tiene interacción electromagnética, con lo cual no es observable en el espectro electromagnético; por otro lado, sí tiene efecto gravitatorio, con lo cual, sí observamos su interacción. La velocidad de colapso es mayor que la de la luz, por lo que no detectaremos la materia oscura ya que la partícula de la que está hecha puede colapsar antes que el fotón, con lo que no produce campo electromagnético. Como la tecnología no está diseñada para observar más rápido que el fotón, el colapso de lo anterior es indetectable. Sin embargo, una propiedad de esa materia, como es la masa y con ella la fuerza gravitatoria, sí se desplaza a velocidad de la luz, con lo que sí podemos observarla. La materia oscura está escondida entre la velocidad de la luz y la velocidad de colapso. La partícula a buscar debería ser menos densa de información que el fotón, por tanto, más fácil de colapsar. El ejemplo más sencillo que se me ocurre sería el del aire. El aire es una sustancia que se sabía que existía porque tiene masa y al moverse ejerce fuerza, pero como no interacciona con nosotros en el espectro visible, no sabemos más de él. Hasta que la tecnología no fue capaz de observar el tamaño de la molécula, no pudimos "verlo". De esta forma, la tecnología que se necesitará para ver la materia oscura, visto desde la perspectiva de la hipótesis que tratamos, debería basarse en la capacidad de observar más rápido que la luz.

En cuanto a la energía oscura es la cantidad de espacio colapsado por nuestra observación, la cual va mucho más lejos de lo observable a la velocidad de la luz. No colapsamos solo cosas (masa), sino también sus relaciones y espacio donde se desarrolla. Así, una galaxia tal como la observamos no está en su posición final, se mueve hacia el lugar que la velocidad de colapso le dejó reservado hace tiempo, ya que colapsó antes. En el ejemplo del globo donde al inflarlo, los puntos que están pintados se van separando conforme se infla, en realidad lo que ocurre es que el globo se hinchó mucho más rápido que el movimiento de los puntos, de forma que los puntos se quedaron atrás en su posición inicial, hacia dentro del globo, y poco a poco recuperan su posición más exterior, siendo este movimiento lo que vemos como el aumento de separación. Es decir, el espacio se creó a velocidad de colapso y el universo observable tardó un poco más, con lo que este se está moviendo todavía a su posición final. De este modo, la energía oscura es esa "energía potencial" entre el universo colapsado y el universo observado que busca llegar a su posición más estable.

Hay mucho Universo inexplorado y, probablemente, con leyes y constantes que evolucionen con el tiempo. Espero que la humanidad lo descubra, entienda y disfrute de su mejor lado.

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