miércoles, 20 de enero de 2016

La entropía, fundamental

La entropía está en la esencia de cómo evoluciona todo, resultando fundamental que me asome a vuestra curiosidad para explicarla.

La energía trabaja confinándose y ordenándose, produciendo distintas estructuras lo más estables posible. Las estructuras son como acumuladores de energía. La entropía es la tendencia al desconfinamiento e igualación energética universal, o sea, a deshacer las estructuras. Es como un pequeño hilo de energía que se va perdiendo poco a poco sin cesar, (entendiendo como pérdida la energía que no podremos usar para producir trabajo). Esto implica algo muy importante: que para mantener una estructura igual, sin cambios en el tiempo, tiene que recibir una aportación energética, en cualquiera de sus formas, como mínimo igual a la pérdida constante de energía útil producida por la entropía.

Para obtener energía se tiene que desestabilizar una estructura, comenzará una desintegración. Si esto ocurre de forma más rápida que la desintegración producida por la entropía, podrás obtener energía útil, o sea, con capacidad para obtener trabajo. Por el contrario, si lo hace a velocidad de entropía, no se podrá obtener trabajo de la energía acumulada en la estructura. Si obtienes energía útil, es decir, en más cantidad de la perdida por la entropía, podrás usarla para producir trabajo y crear estructuras distintas. Por ejemplo, el Universo está confinando y ordenando polvo estelar gracias a la atracción gravitatoria. Conforme va pasando el tiempo, el polvo se acumula en tal cantidad que termina formandose una esfera cada vez más grande. Mientras se acumula más materia, la presión que surge hacia el centro de la esfera producido por la propia fuerza de la gravedad, provoca un gran aumento de la temperatura de la materia y termina desestabilizándola, siendo capaz de unir un átomo de materia con otro. La cantidad de energía liberada es tan grande que se inicia la fusión y nace una estrella. Dicha energía liberada se esparce en gran parte por el Universo en forma de radiación electromagnética. La mayoría se perderá en la inmensidad del Universo, pero una parte llegará, por ejemplo, a la Tierra, donde se acumulará en otras estructuras como el agua, la vida y posteriormente el humano, entre otros. Una concreción de este fenómeno sería el caso del Sol: la energía confinada y ordenada en los átomos y posteriormente en la esfera, finalmente se desestabiliza y al desintegrarse produce tanta energía que nos llega a la Tierra después de atravesar 150 millones de kilómetros aproximadamente.

Y es que cualquier cosa en el Universo que implique un cambio, conlleva un "gasto" de energía  y viceversa, un "gasto" de energía implica un cambio en el Universo.

La energía primigenia ha ido produciendo trabajo, consiguiendo estructuras estables cada vez más ordenadas hasta llegar a la que parece es la obra maestra: el ser humano. Pero, ¿cuál es la tendencia? Según las últimas investigaciones, la tendencia es a bajar la densidad energética ya que el Universo se expande y, por lo tanto, hay más sitio para la misma energía, recordemos que la energía ni se crea ni se destruye. ¿A qué nos lleva esto? A que la tendencia general es a perder capacidad de trabajo y confinamiento de la energía, a desandar el trabajo hecho convirtiéndola cada vez en más inútil, menos aprovechable, o sea, que el Universo se vaya convirtiendo en un desorden u orden inútil uniforme, parándose paulatinamente. Pero no nos preocupemos, queda mucho para ello.

La singularidad, el Big Bang, el comienzo del Universo, la explosión de energía o como quieras llamarlo, dio como resultado el confinamiento y ordenamiento de la energía en partículas, estas se confinaron y ordenaron en materia, antimateria, campos de fuerza, anticampos de fuerza, etc., que, a su vez, se confinaron y ordenaron en los distintos elementos que forman el Universo; apareció la Vida, dejando para el final el último confinamiento y ordenamiento que sería el Humano. Y digo que es el último porque no conozco otro confinamiento y ordenamiento superior al ser humano, con mucha dificultad seríamos capaces de apreciarlo, ya que su complejidad necesitaría de una visión muy global. A pesar de ello, creo que muy probablemente, el confinamiento superior al humano se dará gracias a la tecnología.

Estos niveles de confinamientos y ordenamientos se seguirán dando mientras la densidad de energía útil se siga manteniendo por encima del nivel medio de la entropía universal, en otras palabras, mientras el orden gane al desorden, mientras quede energía útil, no tienen más que darse las condiciones necesarias para que se produzcan estructuras.

Por otro lado, me gustaría hacer unos silogismos. La entropía no permite la estabilidad infinita, luego el Universo siempre está cambiando. Si cambia, se está moviendo y si se mueve, tiene un estado inicial y uno final. Para ir de un estado inicial al final, necesitas tiempo. La entropía está tan estrechamente ligada al tiempo que no sabría discernir si una es consecuencia del otro o si son lo mismo.

Cuando tiras un jarrón al suelo, esperas que se rompa, es lo que la Naturaleza ha hecho siempre y así lo hemos aprendido, no nos esperamos que construya otro jarón con los trocitos, y aunque exista una probabilidad de que pase, es tan pequeña que no ocurrirá. El jarrón sin romper, tenía mas energía confinada y ordenada que el jarrón roto, pero la entropía se ha llevado parte de la energía involucrada en el proceso y ya no hay vuelta atrás, a no ser que invirtamos más energía para volverlo a fabricar. La Vida es una estructura que es capaz de luchar contra la entropía y el Humano lo hace conscientemente, por eso, lo creado por él se puede diferenciar fácilmente de lo creado por lo inerte. Aún así, todavía somos esclavos de la entropía, y por ende, del tiempo.

La entropía, más la primera Ley de la termodinámica o principio de conservación de la energía, rigen, junto a otros, el Universo y, en consecuencia, al humano, infiriendo una dinámica fundamental para que el mundo sea como es.

lunes, 4 de enero de 2016

Ver

Nuestra capacidad de ver depende de esas partículas llamadas fotones (para nosotros, luz) y de su velocidad, unos 300.000 km/seg. en el vacío.

Un fotón es una cápsula energética que pueden emitir todas las sustancias que estén por encima del cero absoluto o temperatura más baja a la que se puede estar, -273 ºC. A esta temperatura toda sustancia es sólida, dicen que incluso la luz. Los fotones pueden tener una energía bajísima, casi cero, y una altísima, teóricamente hasta el infinito, pero la energía de los fotones, que son capaces de excitar la retina del ojo humano sin quemarla, es de más o menos, 4 x 10–19   julios.

Estos fotones emitidos o rebotados por las sustancias, se cuelan por el iris hasta la retina, formando un pequeño dibujo en ella. Los receptores de fotones convertirán a estos en impulsos nerviosos que viajarán hasta que lleguen a un lugar del cerebro donde haya un recuerdo parecido o igual al dibujo de la retina, identificándolo.

Cuanto más tiempo observemos, más probabilidades hay de encontrar fotones con información, o sea, más lejos podremos "mirar" ya que esos fotones llegarán en poca cantidad. Aún así, el tiempo que nosotros manejamos en relación al universal es más bien poco, de forma que nuestra capacidad de recoger una cantidad de fotones mínima, determina el alcance de nuestra observación óptica en el Universo.

Podemos dividir el fenómeno de ver en tres partes que lo convierten en único: uno es que la luz viaja en línea recta, otro que viaja a la máxima velocidad conocida, muy por encima de cualquier otra velocidad, y la última, la identificación y registro de ello en nuestra memoria.

Si dos cuerpos no pueden estar en el mismo sitio en el mismo instante y la luz viaja en linea recta, podemos concluir que los fotones que verá una persona nunca serán los mismos que otra. Dicho de otro modo, no hay una visión única de las cosas. Las personas que siempre llevan la razón, están mintiendo. Su forma de ver las cosas podría rebatirse con la frase, "es que tú no has visto lo que he visto yo" o, como dice el refrán, "todo depende del cristal con que se mire". Dejo ahí la reflexión y cada uno que profundice lo que quiera y pueda.

Por otro lado, hemos dicho que la luz tiene una velocidad que, hasta ahora y con la tecnología actual, es imposible de superar con algún tipo de información. Este hecho no tiene ninguna transcendencia si miramos a nuestro alrededor más próximo, el tiempo que tarda la luz en llegar del árbol que ves desde tu ventana a tu retina, es prácticamente cero, incluso el de algún rayo o montañas alejadas cientos de kilómetros, siempre será relativamente instantáneo. Pero si lo que nos ponemos a mirar está bastante más alejado, la cosa cambia. Solo con  mirar la Luna, ya estamos captando algo que ocurrió antes, puesto que lo que pasa realmente con la Luna ha ocurrido aproximadamente 1,28 segundos antes de lo que estás viendo en ese momento.

Llevado al extremo, ¿esto quiere decir que siempre que observemos algo será el pasado? ¿Podríamos decir que vivimos en el pasado, sin futuro y sin presente?

Y yo me pregunto, si lo que vemos es siempre pasado, en el sentido mas estricto y, por lo tanto, sin posibilidad de influir en ello, ¿existe realmente el presente para nosotros? Dicho de otra forma, está ocurriendo un maremoto a 100 km de ti y tardarás en enterarte 5 minutos al verlo por la televisión, ¿ese maremoto realmente existe durante esos 5 minutos?

Entonces, ¿qué es lo que vemos cuando hablamos de presente? El presente es subjetivo y nos referimos a lo que está pasando pero todavía no se ha terminado. Tan presente es la relación con tu pareja, que dura ya 30 años, como la caída de un rayo, que dura menos de un segundo. Dejarán de ser presente cuando terminen. Y es que aunque todo está instalado en el pasado, la memoria y la previsión del futuro nos llevan a un presente que estará vigente mientras seamos conscientes.

¿Y el futuro? ¿Es posible ver el futuro? En una charla de mi amigo José Arjona ( que versaba sobre los patrones que se repiten en las películas y que en la vida real se reproducen de igual forma, extraía, en una de sus partes, la función útil de conocer esos patrones que se repiten, dando la posibilidad de que exista la precognición, que con ayuda del "subsconsciente colectivo", terminaremos trasladándolo al presente, sin saber muy bien si fue porque es lo que tocaba o porque es lo elegido. Queda la incógnita de la arbitrariedad de las consecuencias de nuestros actos.

Por último, habría que observar que la identificación, toma de conciencia y registro también será distinto para cada persona ya que, cada uno tiene recuerdos distintos derivados de la captación de distintos fotones, pudiendo concluir que cada persona ve el mundo de forma diferente a las demás, lo que para uno es pasado, para otro es presente y para otro es el futuro. Los esquimales no ven la nieve igual que un saharaui. Todo depende del color del cristal con que se mire.