domingo, 14 de abril de 2019

Ojalá fuese así

Quiero ser optimista y no quiero entrar en la discusión de si la evolución tecnológica es peor para la Humanidad que haber seguido sin consciencia. Ya se ha elegido y la única forma de volver atrás es que toda la humanidad desaparezca, y aunque sea plausible, la Vida nos devolvería en cualquier otro formato y lugar.

Ser capaces de adivinar lo que va a pasar nos da una ventaja que se acrecienta con la tecnología. Cuanto más tecnología tengamos alrededor, más "lejos" podré adivinar. En la base de nuestra civilización está el dominio de lo saciante y la tecnología responde a cómo conseguirlo. Gracias a personas que estudian lo que va a pasar, cada vez con más exactitud, se ha podido construir esta civilización. Conocer qué va a pasar si plantamos en la fecha exacta, ayudó a la agricultura; conocer qué pasará con el agua si se lleva a ebullición, ayudó a la revolución industrial; conocer qué pasará si juntamos semiconductores, ayudó a la revolución electrónica; conocer qué pasará con una partícula cuando no la observes, nos ayudará en la revolución cuántica.

Desde el presente, y si unimos cabos dados por la información obtenida de varios medios, vaticino un mundo feliz para la Humanidad. Creo en ella.

En estos momentos, estamos en un periodo clave para nuestra supervivencia como especie. Por un lado, tenemos tecnología bastante como para dominar la energía suficiente como para poder autoexterminarnos de un plumazo, pero no tenemos la tecnología suficiente como para no tener que pelearnos por ella. Si tenemos buena suerte, y en las personas que manejan el mundo hubiera un hilo de sensatez (yo creo que sí), la tecnología nos brindará la posibilidad de obtener suficiente energía como para no tener que pelearnos por ella y pasar a un estadío superior, donde las necesidades básicas estarán cubiertas para todo el mundo.

Asimismo, los humanos tenemos la necesidad de beber y comer y, por otro lado, tenemos la necesidad de electricidad para las máquinas, las dos estarían cubiertas. La tecnología está cada vez más cerca de conseguir comida sintética apta para los paladares más refinados: queso, leche, huevos, carne, etc. El agua potable es fácil de producir desalando el agua del mar.

Tanto la produción de comida sintética como la de agua desalada, como el trabajo de las máquinas, necesitan de energía bastante cara actualmente. El desarrollo de nuevas formas de producción energética está muy avanzado y los países que tienen gran dependencia del petróleo buscan la forma de independizarse de ello, de manera que, relativamente en pocos años, la geopolítica internacional pasará a tener otros objetivos tipo materias primas. Aún así, y a más largo plazo, el dominio de la producción energética será tal que podremos crear el elemento de la tabla periódica que más nos convenga.

Tanto las energías renovables, que con su facilidad para acceder a ellas, repartirá la producción por cualquier rincón del mundo; como la fusión nuclear, que nos dará la capacidad para grandes proyectos, nos llevarán a la situación descrita antes.

Las energías renovables, aun estando en el principio de su desarrollo, ya son más eficientes que las obsoletas energías de combustión y, después, el ITER, todavía en fase de construcción, y que si todo sale como está previsto, nos brindará la energía para los grandes consumos.

ITER es una construcción financiada por muchos países del mundo que imitará las reacciones que se producen en el sol, pero a pequeña escala y de forma controlada, o sea, van a llevar a dos isótopos del hidrógeno (deuterio y trítio) a tal temperatura que se van a fusionar en helio, desprendiendo más energía que la utilizada para su fusión (del orden de 10 veces más).

Si esto llegara a funcionar de forma estable en el tiempo, estaría resuelto el tema energético con lo que pasaríamos a buscar el siguente objetivo: la inmortalidad.