jueves, 19 de abril de 2018

Salto generacional

Hace 10.000 años, pasaban 500 y el nieto hacía lo mismo que el padre y el padre lo mismo que el abuelo. Todo seguía igual, las costumbres, en una misma comunidad, no cambiaban. Cazaban, recolectaban y buscaban mejores sitios para hacerlo. Los últimos hallazgos parecen decirnos que también había violencia entre comunidades como costumbre transversal. Claro está, entre el abuelo y el nieto raro era que hubiera más de 50 años. El lenguaje era bastante limitado, con lo que el traspaso de información era de baja calidad y, por supuesto, el soporte físico era la memoria del cerebro.

Pero llegó la agricultura, la ganadería y el sedentarismo, comenzando a florecer la tecnología, que hasta entonces se limitaba a utensilios de caza, pesca, recolección y poco más. Un amigo de mi padre, en una de las tantas comidas compartidas y con posterior tertulia, me esbozaba la idea de que las relaciones humanas son las mismas en la época romana que ahora, de forma que el Derecho Romano se podría aplicar en la actualidad. Y no le faltaba razón, en esencia, desde hace mas de 100.000 años somos iguales, con las mismas fobias y filias. Sin embargo yo siempre le rebatía con la condición tecnológica del ser humano, con la capacidad de adaptación a las distíntas situaciones que nos ofrece el Universo mediante la tecnología. Robar fue, es y será siempre lo mismo, pero no es igual que te roben a punta de navaja, a que te robe un hacker malo, en tu cuenta, la misma cantidad. Amar fue, es y será siempre lo mismo, pero no es lo mismo enamorarte en una plaza, sentados en un banco, que desde la pantalla de la tablet o enamorarte de una inteligencia artificial, ya pueden decir los romanos lo que quieran.

Por otro lado, el aumento de la esperanza de vida, gracias a que la mortalidad neonatal se ha reducido mucho, da como resultado una diferenciación de etapas de vida que están marcadas por la biología. Enumero aproximadamente: etapa de crecimiento y aprendizaje (hasta 25 años), etapa reproductiva-productiva (hasta los 65) y etapa de máxima pérdida de capacidades (resto de años).

Además, tenemos a un abuelo perdiendo facultades que, en su etapa de aprendizaje, la mayor tecnología que conoció era una radio a válvulas; a un padre que, en su etapa de aprendizaje, la mayor tecnología que conoció era un teléfono y un televisor a color; y un nieto que, en su etapa de aprendizaje, la mayor tecnología que conoce son terminales móviles que hacen de todo.

También ocurre que actualmente, la evolución tecnológica es cada vez más rápida y en el momento que entramos en el maremagnum del trabajo remunerado y no remunerado, no nos queda tiempo para mantenernos al día, de forma que, a partir de ese momento, las tendencias nos adelantarán, quedándonos con los anuncios, canciones, electrodomésticos, juegos, etc, que disfrutábamos en ese momento y comenzarán las nostalgias de cualquier tiempo pasado fue mejor.

Conforme pasan los años, las sorpresas son más escasas y ver cómo tus hijos y tus nietos caen en los mismos errores que tú, y a la vez nosotros caemos en los mismos errores que el amigo de mi padre, me lleva a pensar que tanto él como yo teníamos razón: iguales cuerpos desde hace miles de años, pero diferentes culturas. De joven, vemos solo la diferencia cultural, mientras que conforme pasan los años nos acercamos más a la esencia humana que nos iguala (salvo a algunos que se creen superiores, incluso desnudos en mitad del océano, aunque esto lo podríamos tratar en otro post).

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